martes, 2 de julio de 2013

"The Menagerie"


Ha sido una semana extraña, ¿sabes? Comenzó el lunes cuando recibí la visita de un vampiro estelar en un viaje de opio. Parecía extrañamente real. Su túnica negra como el vacío del espacio, sus colmillos que dejaban ver galaxias enteras, sus ojos de insecto en los que se reflejaba tu rostro deforme, como en un caleidoscopio, cada vez que te atrevías a mirarle. Era tan real... y eso se debía a que era de verdad. No era una puta alucinación. Quizás lo fueran las mariposas de ácido que revoloteaban alrededor, rompiendo el conjunto de la amenazadora figura del vampiro estelar. Por desgracia, sembró el caos y la muerte en el fumadero de opio, con los restos esparcidos de los pobres diablos con sus cabezas desfiguradas y vueltas del revés y las extremidades enrolladas y descompuestas. Me dejó vivo para transmitirle a la humanidad un mensaje: "dejen de tirar basura al espacio". Es el quinto satélite espía de hacienda que amenaza este mes la colonia de neo-vampiros (vampiros artificiales incubados en úteros mecánicos en la cara oculta de la luna, mitad chupasangres, mitad marcianos). Se fue con sus aires de importancia y sus mariposas de ácido. Menudo idiota.

El martes me decidí por un viaje en el tiempo. Pensé viajar a la edad de piedra a espachurrar neandertales con el nuevo Mech (robot gigante japonés) que encargué por ebay, pero la Agencia de Variación Temporal me dijo que había superado el bono de alteraciones de espacio tiempo y debía realizar un viaje más discreto. Por lo tanto viajé al siglo XIX y asesiné a una prostituta en un callejón de Londres, para poco después viajar y pelear conmigo mismo para salvarla y convertirme en un héroe, y crear un montón de teorías raras sobre Jack el Destripador que puedan aprovecharse para algún capítulo de Star Trek. Además, con cada paradoja temporal los cines del centro te hacen un descuento en la película 5D que quieras, excepto en las españolas que ya son todas una mierda.

Es por eso que el miércoles fui a ver una película al cine 5D que más cerca me pillaba. La película que vi trataba sobre un tipo que, tras sufrir un accidente de laboratorio, desarrolla un segundo pene que tiene conciencia propia y que además es un genio criminal. Hubo un problema con la quinta dimensión de la película, que estaba en fase beta, y creó interferencias telepáticas, y las cabezas de algunos de la primera fila reventaron y lo pusieron todo perdido, y un niño que había unas filas más arriba no paraba de llorar. Me enteré después que en una sala contigua también habían explotado varias cabezas. No hubo interferencias telepáticas ni nada, es que simplemente era una comedia de Eddie Murphy. Ja-ja-ja. 

El jueves en cambio, me quedé encerrado en casa porque la inteligencia artificial que había instalado para proteger al bebé que mi mente había creado en un viaje de LSD se volvió contra mí. Llamé al servicio técnico y todo, pero sólo obtuve como respuesta una voz robótica que decía: "la resistencia es fútil, el príncipe de Zanzíbar ha muerto, you kill my father, prepare to die". Tuve que entrar en una dimensión de bolsillo hasta que llegaron los neo-bomberos (todo lo que hay en el futuro lleva la palabra "neo" delante), que ya estaba ocupada por varios vecinos de mi bloque, que resultaron muertos por sobrecarga de su sistema neuronal, pero según me ha dicho la portera, la mayoría se han reencarnado en sus mascotas, excepto el señor Gómez, que se reencarnó en el cuerpo de su mujer que llevaba años muerta en el salón sin que nadie lo supiera, y vino la policía y todo.

El viernes por la mañana fui a comprar el pan a Venus y tardé un montón en volver, porque tuve que esquivar a una tribu de amazonas que me vendían no se qué ahorro a largo plazo. Por la noche... bueno, tú ya sabes lo que hicimos. El acto más perverso de toda la semana. Todo eso que hicimos fue increíble. Lástima que muriera tanta gente por el camino, pero en fin, ya se reencarnarán en sus mascotas. Mi abuela siempre lo decía: "no hay nada mejor que reencarnarse en una mascota, puedes andar sin pantalones todo el día y ver espirales de terror  y muerte en los ojos de tus amos". Me lo dijo a los nueve años. A sus nueve años, en su quinta reencarnación. En fin, que fue una noche fantástica. Volver al pueblo, muertos de frío, cubiertos de sangre de hadas carnívoras. Dormir en ese coche de policía que habíamos robado a toda velocidad. Tu y yo después de tanto tiempo. Atracando bancos de libido y matando orcos. Envenenar a todas esas sectas de Cthulhu. Viajando en el tiempo destruyendo civilizaciones. Fue una noche entrañable la nuestra. Te miraba mientras te alejabas hacia tu casa, y con los rayos X te veía la ropa interior de Heidi.

El sábado los de la Agencia de Variación Temporal vinieron a por mí. Que si no me daba vergüenza, haber alterado así el espacio-tiempo. Que en qué estaba pensado. Que si otra vez el LSD. Les contesté a todo con un "tal vez..." y desaparecí de la continuidad. Pero me daba igual. Hacía un bonito viento de noche de verano.