lunes, 4 de marzo de 2013

Sonsabitches


Intentaré ser lo más breve posible: me voy de este puto agujero. Me vuelvo de nuevo a mi planeta. Hace tiempo que establezco conexiones con él, y cada vez son más frecuentes mis fugas allí. A veces... tu puta cabeza simplemente vuela hacia ese sitio, ¿no? Supongo que no puedes evitarlo. Sin apenas darte cuenta, cada vez tienes menos lazos con eso que llaman "realidad". Y bueno, tristemente es agradable. 

No es culpa de este mundo, en serio. Nunca he sido demasiado crítico con la situación política, o con la lucha entre sus gentes y la naturaleza, la atmósfera y todo lo demás. Al final la gente acaba poniéndose de acuerdo y saliendo de la mierda. Eso no quita que haya ciertas cosas que te acaben destrozando. Pero, ¿es el mundo o eres tú? Mi padre, que siempre tiene un chiste para todo, me contó uno bastante apropiado. Un tío va por la carretera y oye por la radio: "presten atención, en la A-42 hay un coche que va en dirección contraria, vayan con cuidado". El tío, que va por esa misma carretera, dice: "¿Qué coño uno? ¡Van todos!". A veces da la sensación de que tú eres ese tarado del coche. 

La sensación de que deberías pedir disculpas por las molestias ocasionadas todo el rato. Disculpa que no haya hecho nada con mi vida. Disculpa por incomodarte continuamente. Disculpa por no darme cuenta de las cosas. Disculpaos vosotros por ser todos tan capullos, al menos mamá y papá Kent están orgullosos. Uno puede estar irradiado hasta las cejas de kriptonita, pero no ciego. Puedo ver lo que la gente ve, y te aseguro que la visión es distinta. Puedo ver llover en Venus y puedo encontrar libros que nunca se acaban, como la arena, y puedo llegar a sitios fuera de la continuidad de las cosas, donde estar a salvo de todo. 

Lo que quiero decir es: la Tierra que se joda. Que la follen. Ojalá me persiguiesen y me intentasen dar caza. Ojalá tuviera que ocultarme. Ojalá fuese temido y odiado en un mundo que juré proteger. Cualquier cosa es mejor que esta indiferencia de mierda. Me gustaría... no sé, una prueba de fuego, algo que pueda ayudarte a encontrar un lugar en el mundo. Gente gritando por tu ayuda, cosas cayendo en llamas, alguien a quien derrocar. No hay un verdadero villano. Todo son máscaras asquerosas, escalas de grises. El que inventó este sitio no debía tener puta imaginación. Ese es el verdadero miedo, que no haya nada oculto debajo de las cosas. No existen conspiraciones ni titiriteros. 

Solo está la vida de la mente. Un laberinto dentro de un átomo ardiendo en la nada. No sé que coño es eso, pero tampoco necesito buscarle un sentido. Ahora veo las profundidades. Veo y oigo y toco y siento cosas que no sé qué son realmente. Esqueletos bajo la luna y hombres de fuego y hormigas en los pulmones y luces que te curan. Cava y cava y sigue cavando que siempre habrá más al fondo. Pero algún día cavaré hasta la otra esquina del mundo y todo lo veré del revés, arriba será abajo y el mal en el mundo será un pez de colores. Pero no voy a sentarme a esperar.

Ya he hecho las maletas. He abierto el vórtice, he dado mi sangre y he hecho todas esas cosas complicadas. Estoy listo para el encuentro y no voy a pedir disculpas por nada. No le debo una disculpa a nadie, no le debo una mierda al universo. Que le den a este sitio, me vuelvo a mi puto mundo, que a saber cuál es.