miércoles, 6 de marzo de 2013

Into the Weird



Al principio era todo oscuridad, vacío y esa mierda. Después, hubo un momento en el que ¡bang! todo apareció, no sabemos muy bien cómo, aunque todo el mundo está más o menos de acuerdo en que fue una explosión o algo. Con eso ya vinieron todas las cosas. Mares de putas estrellas repartidos aquí y allá en la existencia, planetas que se miran pero nunca se atreven a rozarse, mundos en expansión y mundos extintos antes incluso de nacer. Vida dentro de las cosas y más allá de ellas. 

La vida fluye por todo este planeta, representada por la fauna y la flora (testigos silenciosos pero aguerridos del mundo) y las personas, seres curiosos que andan todo el día puteándose los unos a los otros pero que en fondo forman una armonía que da sentido al mundo, a la naturaleza y a todas las cosas. Una tirada de dados tras otra, todo evoluciona y se transfigura. La conciencia colectiva llena el universo, todo se transforma pero es en cierto modo eterno, y nada es del todo seguro: podemos estar viviendo en un universo de ficción sin saberlo. Esa incertidumbre, presente en las creencias, las motivaciones o los presagios de cada uno, nos acompaña hasta en final. Todo está ahí, todo se mueve. 

Dicho esto, ¿no parece todo un poco más pequeño? Es decir, tus preocupaciones y miedos arraigados parecen un poco más... de mierda, atendiendo a la idea de que nada es cierto nunca y la existencia es un paseo. La gente se ve atormentada constantemente por gilipolleces. Por eso tenemos que convertirnos en blancos móviles y escapar de los cazadores. Nos intentan cazar todas esas versiones de nosotros mismos que vienen de un punto u otro en el tiempo. Nuestros "yos" pasados, más jóvenes y a los que siempre vemos más idiotas, nuestros "yos" futuros, que son elucubraciones con capuchas negras, y variaciones de nuestro "yo" presente, líneas posibles de presentes inmediatos que podrían pasar y que casi nunca pasan. Ese "casi" es el que marca la diferencia, la incertidumbre que dije antes, y que nos mueve a hacer actos estúpidos que a la larga nos alegran la vida. 

Puta mierda, nada se queda quieto... tantos cómics y películas de zombis y novelas pulp son como tomar ácido todo el día. Es imposible controlarte, cada vez quieres más y más ficción. Tanta que te planteas si tú mismo estás metido en una historia. Tienes la certeza de que eres real, pero, ¿no la tienen también los personajes de los libros? Y a esos pobres diablos nadie les vino a decir que eran de mentira. Nadie les dijo que son proyecciones o arquetipos. Pero ahí dentro están, todos ellos, viviendo de algún modo, inspirando. 

Es posible que todas las ideas sean evocaciones de otras cosas. Alguien crea algo recordando cosas que sintió. Eso que sintió tiene un origen en alguna parte. Ese origen se remonta a un punto hacia atrás en el tiempo. Ese punto en el tiempo fue inspirado por otro punto. Así hasta la náusea. Entonces, ¿no debería haber una idea primigenia? Una idea que diese pie a todas las grandes ideas. Una búsqueda que ha vuelto locos a millones. Unos creen que esa idea es Dios, otros creen que es una musa, y otros, sin embargo, no ven otra cosa que su polla. Yo creo que esa idea inicial, ese pequeño diamante en el cerebro, eso lo que actualmente llamamos "magia".

¿Y qué es la magia? Bueno, al principio era todo oscuridad, vacío y esa mierda...